El dueño del tiempo
Tú  eres el mismo y tus años no se acabarán.
Salmo 102:27.
 Salmo 102:27.
El  mundo pasa,y sus deseos;pero el que hace la voluntad de Dios permanece para  siempre.1 Juan 2:17.
 Todo  tiene su tiempo,y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su  hora.Eclesiastés 3:1.
 «Cada segundo cuenta». Con estas palabras se abre, en Internet, un pequeño y absurdo juego titulado: «El reloj de la muerte». Usted da a la computadora su fecha de nacimiento, ella calcula la de su muerte según estadísticas e indica la cantidad de segundos que le quedan por vivir ¡para animarle a vivir intensamente cada uno!
«El tiempo es  oro». Este dicho caracteriza a nuestra época en la que cada uno quiere  aprovechar la vida de la mejor manera posible. No se debe perder ningún  segundo.
 Una temeraria  sociedad de transportes urgentes aun tomó como divisa: «Los dueños del  tiempo».
 El único  dueño del tiempo es Dios. Él es el único que no cambia, el Eterno, siempre el  mismo. Él creó todas las cosas, incluido el tiempo. ¿Cómo ser dueño del tiempo?  ¿Cómo ser librado del frenesí de la vida
 antes que la muerte detenga nuestros  proyectos?
 Hay una única  solución: demos lugar a Jesús en nuestra vida. Él venció la muerte y vive  eternamente. Por la fe podemos estar unidos a él. Ya en la tierra cada segundo  de la vida del creyente puede ser valioso, pleno, eficaz, y al mismo tiempo  tranquilo, sereno. Para esto, busquemos la paz interior que Jesús nos da; sólo  entonces sabremos emplear bien nuestro tiempo.
 
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